Lo único que logro es cerrar los ojos y verte. No logro que las cosas tengan sentido y momentos me deprimo, con mis lágrimas en el suelo. Te pienso y me pregunto donde estás. Me he vuelto una ciega por ti, muero de hambre por mi. Pregunto donde estás y la sombra de tu recuerdo corre más cerca hacia este baúl que aún no logro sellar. Siento tu palpitar en cada abrazo, haciendome existir nuevamente en este mundo desquiciado donde ya somos menos que escorias. Escorias que donde quieran que se escondan serán despreciadas, pero tú.
Distinto, eso. Lo haces distinto cariño. Si te enojas me muero, si sonríes, me devuelves la vida. Decir que eres un ángel, es poco. Poco como el agua en el mar que inunda mi corazón, poco como el mundo para ti, pero no como nosotros para ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario