Son como esas ganas irreversibles de llorar, patear, gritar y sacarte el corazón a rasguños. Inevitablemente son solo las ganas, y que sin duda la voluntad se opone a ella por el hecho de estar tan aferrado a la vida de una manera incontrolablemente triste, insoportable en algunos aspectos y falsamente felices, donde las ilusiones no son más que eso, llenándote el alma de esperanzas falsas. Esperanzas que a veces, muchas de ellas, al pensar en tu imaginación se vuelven realidad, realidad a palos que intentas que suceda y que en caídas desde los riscos mas altos abres lo ojos y te das cuenta que eso era parte de esa nube que te tapaba los ojos una vez mas para caer. Sintiendo que muchas veces lo que se ve, las calles, los autos, las personas son tan solo parte de esa nebulosa y que tan solo el hecho de que hagas mi cama todos los días es tan solo una fantasía que mi mente ha creado para atormentarme aun más. Otra historia más de corazones rotos, donde su hombro toca tus lagrimas pero aun así solo tienes ganas. ganas de destrozar el mundo con pétalos.
Sharifa Mahmud.-
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